Danubio 2011

Donaueschingen-Passau
Junio 2011
10 días de ruta en bicicleta y 600 km siguiendo el curso del Danubio alemán.


sábado, 25 de junio de 2011

Una piedra en el camino...

Noche del 24 al 25 de junio.
0:00 h
Aeropuerto de München.
Esta mañana tuvimos un mal tropiezo y nos vemos obligados a volver a casa. Podiamos haber demorado la vuelta pero la prudencia aconseja pasar por un medico que hable nuestra misma lengua cuanto antes.
Nos hemos quedado en Kellheim. Ibamos sobrados de fuerza, moral y tiempo para terminar no en diez dias sino en nueve, pero una mala caida ha dado al traste con el resto del viaje. Volvemos con una baja médica.
Gracias a todos los que habeis seguido el blog. En proximos dias colgaremos etapas, fotos, comentarios, etc, etc... y si se tercia las radiografias del codo de Nacho.
El equipo de Danubio 2011.



viernes, 17 de junio de 2011

Nos vamos.

Bien. Llegó el momento y estamos en la lanzadera.
Mañana a estas horas, si todo sale bien, estaremos durmiendo en el punto de inicio dispuestos a iniciar la ruta el sábado por la mañana.
La previsión del tiempo podría ser mejor, pero es lo que hay. Parece que allí hay un microclima que no termino de entender: en el blog he colgado el enlace a la previsión del tiempo en cuatro puntos de la ruta más o menos equidistantes entre sí y alucino con las oscilaciones térmicas. Por ejemplo, para el final de la ruta, los valores del último dia son 29º de máxima y 0º de mínima. ¿Eso como se come?
¿Así cómo podemos saber la ropa que hay que llevarse? ¿Cómo puede haber una oscilación térmica día-noche de 29 grados. Lo dicho... alucino.
Así pues, ha tocado meter un poco de todo en las alforjas, incluída una chaqueta de andar en bici que sólo uso en invierno. Un polar gordo y uno fino, dos gruesos distintos de chubasquero... Un caos.
No obstante podía haber sido peor. Calculaba de diez a doce kilos máximo (alforjas más su contenido) y al final, con extras y todo, han sido sólo trece. Puede parecer demasiado, pero todo hace falta. Tengamos en cuenta que son diez días y lo que no llevemos con nosotros habrá que comprarlo o robarlo sobre la marcha. Vamos a parecer caracoles con la casa a cuestas.
Estoy nervioso y no puedo dormir. Salimos dentro de unas horas.
Ahora si que si.
3, 2, 1... entrando en modo Danubio.

jueves, 9 de junio de 2011

Guías y material gráfico.

Finalizada la etapa logística y de preparación, y a falta de una semana para marcharnos, comentar el material gráfico utilizado.
Imprescindible la lectura previa del libro Viajar en Bici. Manual de Cicloturismo de Alforjas, de reciente publicación, autoría de los chicos de rodadas.net, página que nos ha servido de gran ayuda.
Ya sobre el terreno nuestro principal apoyo va a ser la guía Donau-Radweg Teil 1. Deutsche Donau von Donaueschingen nach Passau, de Esterbauer, con mapas de toda la ruta a escala 1:50.000 y posibilidad de descargar desde la web los GPS-Tracks, para el que guste de emplear nuevas tecnologías.
A pesar  de que sólo se edita en inglés y alemán, la barbaridad de información que ofrece la hace indispensable: alojamientos de todo tipo, dónde comer, mapas, monumentos, horarios, oficinas de información, distancias, perfiles, variantes y alternativas de ruta, etc... para cada una de las localidades por las que se pasa, además de bastantes fotos y en un formato apaisado muy manejable.
La edición en alemán que nosotros hemos comprado ofrece esta información, además, de forma más atractiva, en forma de pequeños anuncios individualizados a lo largo de todas sus páginas, no sólo como meros listados de direcciones y teléfonos. Además, el papel resiste la lluvia. ¿Que más se puede pedir a una guía?
Desconozco las características de la edición en inglés (Danube Bike Trail), pero supongo que tendrá el mismo formato.
Obviamos decir que en alemán existe todo un mundo de publicaciones, guías, mapas, etc... que no comentaremos aqui por no conocerlas de primera mano.
Nos acompañará, además, la guía El Danubio en bici, de Desnivel Ediciones, que tiene su correspondencia en internet en el blog del mismo nombre. Es la única guía del Danubio editada en castellano y, a pesar de que los mapas no son tan completos como en la otra y también a pesar de haber echado en falta algo más de información práctica, cuenta con el aliciente de ser un relato de españoles contado en castellano y ofrecer información actualizada (2009).
Una pequeña guía de conversación en alemán y un diccionario completan la biblioteca rodante.
Toda la demás información de que disponemos la hemos ido encontrando en internet, aquí y allá, en páginas y blogs de todo pelaje, algunas de las cuales se reseñan, por parecernos imprescindibles, en la seccion Otras páginas interesantes de este blog.
Ahora sólo queda esperar, confiar en que tengamos buen tiempo y buena ruta.

viernes, 3 de junio de 2011

E. Coli o los pepinos asesinos.

Cuando oímos hablar por primera vez de los pepinos asesinos, hace algunos días, lo primero que se nos ocurrió pensar fue "tendría guasa ir hasta Alemania para que nos mate un pepino patrio". Lo tomamos un poco a broma y pensamos que sería suficiente con evitar la verdura cruda y poco más.
A fecha de hoy, y aunque está sobradamente demostrado que la culpa no es de los pepinos ni de ninguna otra hortaliza española, lo malo es que las autoridades europeas competentes no tienen ni puta idea de cual es el origen del brote y parece que va a más.
Estamos ante algo con lo que no podíamos contar a la hora de preparar este viaje y si bien empezó siendo hasta cómico (pepinos asesinos) se está tornando peligroso. Miles de personas afectadas, sobre todo en el norte de Alemania pero también en otros países europeos (de momento 12), cientos de ellas ingresadas y algunas decenas de muertos. Nadie sabe de dónde ha salido la famosa E. Coli o como se llame y ya se sospecha del agua embotellada, de la leche y no se de cuantas cosas más.
Primero fue el volcán islandés, ahora esto... ¿y luego qué...? ¿Una huelga de controladores? ¿el fin del mundo?
Es difícil decidir ahora mismo lo que vamos a hacer. En principio todo sigue según el plan previsto porque abortar la operación ahora es precipitado ya que aún faltan quince días y puede que en ese tiempo se clarifique la situación, mientras que decidir continuar adelante contra viento y marea es temerario porque en ese tiempo esto se puede haber convertido en una plaga bíblica. Una nueva peste medieval en pleno siglo XXI.
Sencillamente esperaremos.
Dentro de quince días, y según cómo evolucione la cosa, será el momento de decidir qué hacer. Puesto que el material está preparado y disponemos de los días libres, siempre nos quedará hacer otra vez el Camino de Santiago. Los desplazamientos son más sencillos y se pueden planificar de hoy para mañana.
En cualquier caso, si no es ahora será en el futuro, pienso mearme en el Danubio como justa venganza por haber propagado gratuítamente la falacia de que la culpa la tenían las hortalizas españolas. Ese "pepino" si será español.
Y si finalmente toca cancelar el viaje, además, le reclamaremos a la Merkel el importe de los vuelos.
¡Me cago en todos los Nibelungos!

Contratiempos que no falten...

Cuando no es un volcán islandés y su correspondiente nube tóxica, es un complot de hortalizas patrias el que amenaza con arruinarnos el viaje; por no hablar de las huelgas veraniegas de controladores aéreos, que por el momento no han desenterrado el hacha de guerra.¡Y para eso no hay vacuna!
Y hablando de vacunas... recordamos al personal interesado en hacer esta ruta (u otras por Centroeuropa) la conveniencia de vacunarse contra la Encefalitis Centroeuropea. Ayer nos pusieron la segunda dosis, incluída en el pago inicial que ya hicimos, y dentro de un año la tercera.
Por otra parte, y vamos a lo práctico, por fin me han contestado del aeropuerto de Karlsruhe al correo que les envié con un par de consultas.
Me dicen que en el autobús 205, que lleva desde la terminal del aeropuerto hasta la estación de tren de Baden-Baden, se pueden llevar bicicletas (o no), siempre a criterio del señor conductor, pero en número máximo de dos. Como somos tres alguno tendrá que verse solo entre teutones y puede tener miedito así que, buscando, buscando... hemos hallado una solución si cabe más satisfactoria que el tren.
Como decía en una entrada anterior cualquier fórmula de alquiler de coche que implique recogerlo en un país y devolverlo en el otro cuesta cantidades obscenas, pero... ¿Y alquilar dentro de Alemania? Eso no lo habíamos mirado.
Resulta que la combinación de tres es perfecta. Si fuéramos dos o cuatro, o más, resultaría caro un alquiler o haría falta más de un coche pero siendo tres nos cuesta incluso más barato que el tren. Así pues, aunque aún falta debatirlo en Consejo de Sabios, parece que será esta la opción buena. Además ya no vamos sobrados de tiempo.
Un Opel Zafira, donde cabemos tres sentados y las bicis únicamente con la rueda delantera desmontada, recogido en el propio aeropuerto y entregado en Villingen (cerca de Donaueschingen) nos cuesta menos que la combinación autobús + tren y nos permite una mayor libertad de movimiento. Cierto es que obtenemos mejor precio gracias al código promocional que nos facilita la empresa para la que trabajamos, que tiene convenio con Europcar, pero aún sin él nos saldría a cuenta.
Recogemos el coche en el propio aeropuerto de Karlsruhe, lo entregaremos en Villingen y desde allí a Donaueschingen haremos nuestros primeros 12 km en bici por Alemania. Nos ahorramos andar con las bicis arriba y abajo, montándolas y desmontándolas para subirlas en el transporte público. Además ganaremos tiempo. Son sólo ciento y pico kilómetros pero entre trayectos en tren, bus y los necesarios tiempos prudenciales entre uno y otro se nos va tooooooodo el resto del día. Gana el coche por goleada.
Sólo faltan quince días y ya se nota el nerviosismo. Estamos impacientes por emprender la ruta aunque la previsión del tiempo para el primer día en Donaueschingen no sea demasiado halagüeña. Quizá junio no sea el momento más adecuado, pero no nos cuadraban otras fechas.
Confiemos en los hados.